Tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias han criticado en los últimos días a la Monarquía. Por supuesto que lo hacen para desviar la atención, tanto de la gestión de la pandemia como del «Caso Dina».
Pero hay algo más, y es más grave: el ataque a la propia institución, hecho abiertamente en el caso de Iglesias, y de modo más avieso en el caso de Sánchez, porque los socialistas atacan a la Monarquía, simulando defenderla.