Isabel Paterson fue una escritora canadiense-estaounidense, y una importante figura del liberalismo a mediados del siglo XX. En su obra «El Dios de la Máquina», de 1943, presenta esta atractiva idea de «el humanitario con la guillotina». Se refiere, claro está, al falso humanitarismo de la política moderna, que pretende practicar la benevolencia privando a los ciudadanos de sus derechos. Así, no se trata del humanitario genuino, que libremente y por un impulso moral ayuda a los necesitados con sus recursos. Se trata de un falso humanitarismo, típico del antiliberalismo, que pretende ser generoso y solidario con los recursos arrebatados por la fuerza a las demás personas.