Se observa un movimiento múltiple de los partidos políticos españoles hacia el centro. El PSOE demoniza a Vox como «ultra», prefijo que nunca utiliza con los comunistas, los separatistas o los herederos de ETA. El PP también optó por atacar a Vox, por el mismo motivo que los socialistas, es decir, para presentarse como moderado. Pero los de Vox están haciendo desde hace algún tiempo algo muy parecido, lo que les ha granjeado el reproche de los sectores conservadores más radicales. El centro se llena, señora.