Cuando se presentó el Plan 2050 se insistió en que los expertos que lo habían elaborado no habrían cobrado. Se insistió mucho menos, sin embargo, en que esos expertos recomendaban con entusiasmo que los españoles pagaran más impuestos. Proponen: «Aumentar progresivamente la recaudación de nuestro sistema fiscal, pasando del 37% del PIB actual al 43% en 2050».
Sin mencionar por su nombre a la Comunidad Autónoma de Madrid, apoyan claramente a la izquierda y su campaña para «evitar estrategias de competencia fiscal indeseables», es decir, quieren imponer en toda España el Impuesto el Patrimonio y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
El abanico de subidas de impuestos que propician es muy amplio, y abarca desde la renta y el capital hasta el transporte, las bebidas, el tabaco, los combustibles, la fiscalidad verde, etc. La cuenta de los expertos gratuitos, por tanto, es sumamente onerosa.