A propósito de la iniciativa del Ayuntamiento de Madrid de retirar los nombres de Prieto y Largo Caballero.
A propósito de la iniciativa del Ayuntamiento de Madrid de retirar los nombres de Prieto y Largo Caballero.
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Pues aceptando que los nombres que se dan a las calles son una manifestación de reconocimiento de legitimidad ideológica, a mí también me hubiera gustado que se siguiera con la política de conciliación, compensando los excesos subsistentes del franquismo y excluyendo únicamente a quienes hubieran unido en su persona la condición de criminal a la de totalitario. En esta línea, con más o menos acierto, se dedicaron calles a Largo Caballero, a Prieto o a Companys, y se les han ido quitando a los militares sublevados, sin cambiarlos por los republicanos. Pero si la Ley de memoria histórica se aprovecha para, por ejemplo, quitar el nombre de Villar Palasí de los colegios por haber sido ministro de Franco, no debería extrañar que se utilice también para quitar a las calles los nombres de los Presidentes y ministros de la República durante la guerra Civil. Tengo entendido que en teoría de juegos la estrategia más justa y menos costosa a largo plazo es la de ‘tit for tat’, o, más llanamente, ‘donde las dan las toman’.
Se me olvidaba. Sería muy ilustrativo para la ‘memoria histórica’, y no muy gravoso para el erario público, mantener en cada calle y plaza todos sus nombres a lo largo de la historia.. .
Eso quizá podría ser un lío para los ciudadanos. ¿No crees? Igual habría que procurar cambiar lo menos posible lo que ya está, e ir añadiendo nombres a medida que las ciudades crecen. No sé. Muchas gracias. Un abrazo