«El Cristo de Palacagüina», de Carlos Mejía Godoy.
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Siempre me gustó esa canción, pero sin darle importancia a la letra; lo mismo me pasa con muchas canciones «reivindicativas» hispanoamericanas.
Me llama la atención lo de «la ropa que goza la mujer hermosa del terrateniente». Parece que María no goza del sueldo que le pagan ni tenga derecho a ponerse hermosa.
Bien pensado, muchas gracias.
Creo que debería usted tener cuidado don Carlos. Sabrá que un mal argumento en contra, puede hacer más en pro de una causa que mil razonados argumentos a favor.
En ese sentido, le diré que no veo mejor prueba de la famosa duda sobre el conocimiento sensible de Descartes que esta.
Donde yo oigo:
Cristo ya nació en Palacagüina de Chepe Pavon Pavon y
una tal Maria ella va a planchar muy humildemente la
ropa que goza la mujer hermosa del terrateniente.
Ustedes perciben:
Cristo, hijo de una humilde pareja proletaria, lucha denodadamente por sobrevivir con el salario esclavista con el que el cacique del pueblo explota a su madre en contraprestación a sus servicios como planchadora de unas lujosas ropas que ella, por su condición, jamás podrá vestir.
Como ve, parece que es cierto que los sentidos nos engañan y, siendo usted infinitamente más sabio que yo, al menos en este caso parece que a quien engañan es a mí. Le agradezco pues que oriente mis oídos tan acertadamente.
Aunque, desconozco la relación entre el sandinismo y Carlos Mejía Godoy, le confieso que sigo sin ver en este estribillo el mal que la señora del terrateniente le está causando a María. Pero es obvio que hay cosas que escapan a mi conocimiento.
Me pregunto si detecta usted algún rastro de revolución comunista también en «Son tus perjúmenes mujer» o en «Clodomiro el Ñajo».
Un cordial saludo Don Carlos.
Muchas gracias por su mensaje. La relación entre Mejía Godoy y el sandinismo es muy conocida. El caso de los artistas que respaldan opciones políticas antiliberales, e incluso totalitarias, es tan antiguo como Eisenstein y Riefenstahl (puede ver “Panfletos Liberales III”, LID Editorial, 2013, cap. 1). El contraste de clase entre Jesús (nada menos) y la Virgen (nada menos) con los terratenientes es patente, como lo es también el tema del conflicto de clases en numerosas manifestaciones artísticas. El sugerir que esta canción tiene el mismo contenido político que el de “Son tus perjúmenes mujer” es un disparate que usted no puede sostener seriamente. Recuerde también un punto importante: el canto romántico al “guerrillero”, muestra de paternalismo típico de la izquierda en los países desarrollados, y que también tuvo su correlato musical: piense en “y tu divina presencia, comandante Ché Guevara”. Esta divinización del terrorismo, naturalmente, jamás se aplica a los que pistola en mano quieren cambiar el mundo fuera de América Latina, como sostengo en mi explicación.
En mi comentario anterior: “Me pregunto si detecta usted algún rastro de revolución comunista también en ‘Son tus perjúmenes mujer’ o en ‘Clodomiro el Ñajo’.” Como ve, por tanto, no sostengo ningún paralelismo político, tan sólo me cuestiono mi capacidad para detectar contenidos ideológicos, subliminales o no.
Según su explicación, entiendo que es tan posible que haya lucha de clases en esta estrofa: “Clodomiro es centenado como bien lo sabes vos del celador mal pagado de la farmacia de Cleto Urrós” como en el villancico al que usted hace referencia.
Por otro lado, no está mal traído el argumento de la “divinización del terrorismo” de no ser porque el estribillo de Carlos Puebla dice así:
Aquí se queda la clara,
la entrañable transparencia
de tu querida presencia,
Comandante Che Guevara.
De “querida” a “divina”, en mi modesta opinión hay un trayecto muy largo y difícil de recorrer por alguien que llegó a ordenar la muerte de un camarada de 17 años por robar un paquete de tabaco.
Ejerciendo pues esa libertad que tanto amamos ambos, me va a permitir discrepar con usted en este caso.
Si quiere un buen ejemplo de lo que yo entiendo por canción revolucionaria, le sugiero: “Qué culpa tiene el tomate” de los chilenos Quilapayun. La canción es de Chicho Sánchez Ferlosio y su título original era: “La hierba de los caminos”.
https://www.youtube.com/watch?v=M3clJISZWtg
De nuevo le envío un cordial saludo y le agradezco su atención.
Ja, ja, vale, vale, o sea que no es divinizar a un terrorista llamarlo “entrañable transparencia” y “querida presencia”. En fin. La canción del tomate, por supuesto, ya estaba incluida en la lista. Muchas gracias.
¡JA JA JA! Como veo que es usted de los que o ganan o empatan pero perder no pierde nunca, no entraré a discutirle el sentido exacto de la palabra «divinidad» que seguro que sobradamente conoce, y menos aún el de «terrorista» que ni siquiera los políticos se ponen de acuerdo en definir.
¿Acepte pues mi modesto ofrecimiento de tablas?
Muchas gracias a usted.
No conozco el significado de «tablas». ¿A qué se refiere?
Hasta pronto.
Ajedrez por supuesto.
Muchas gracias. …:)
Tan maravillosamente redactados como despreciablemente irónicos.
Hola don Lorenzo, quería confesarle que yo soy de esos que ven fantasmas, oiga, sobre todo en esa parte de la canción que dice «María sueña que el niño, como el tata sea carpintero, pero el cipotillo piensa MAÑANA QUIERO SER GUERRILLERO».
Por lo demás le animo a ud distinguir entre los Perjumenes de mujer y, por ejemplo, Quincho Barrilete, la historia del niño abatido por un asesino somozista, disculpe la redundancia.
Saludos.
Muchas gracias. Considerando los incontables crímenes que cometieron los guerrilleros, mejor no soñar ser como ellos. Saludos
Veo que ha dolido don Carlos, pues lo siento tanto como la muerte de Somoza. Lean libros, aprendan cosas, dejen de hacer el ridículo.
No me ha dolido en absoluto. Me dolería estar a favor de criminales, pero no en contra. Me dolería hacer el ridículo. Me dolería ser arrogante y tratar a los demás de ignorantes. Pero como no lo hago, no me duele. Adiós.