Mi último artículo en La Razón, con el título: Socialismo difícil
La malquerencia afecta al progresismo. Estalla una crisis económica, atribuida a la libertad y sus instituciones, como la propiedad privada y el mercado. Los gobiernos intervienen para garantizar nuestra prosperidad. Y acto seguido los ciudadanos hacen caso omiso de las prédicas antiliberales, y votan en contra de los gobiernos que aumentan el gasto público y los impuestos.