Otra vez, vuelven las elecciones y, con ellas, el entusiasmo de los políticos en pregonar su amor al pensionista. ¿Sería mucho pedir que los candidatos nos quisieran menos a las personas mayores, pero nos respetaran más?
Otra vez, vuelven las elecciones y, con ellas, el entusiasmo de los políticos en pregonar su amor al pensionista. ¿Sería mucho pedir que los candidatos nos quisieran menos a las personas mayores, pero nos respetaran más?