Bancos y clásicos
Caen bancos, pero no los clásicos argumentos antiliberales.
Caen bancos, pero no los clásicos argumentos antiliberales.
Se les asegura a los empresarios que la sociedad está indignada con ellos. Muchos se lo creen.
Los impulsos sociales de la simpatía prevalecen y garantizan la supervivencia del grupo humano.
El capitalista no busca ganancias «frente» a las de la sociedad, porque no puede obtenerlas sin que la sociedad gane.
La gran empresa fundada por Rafael del Pino integra ahora la lista de los odiados por el pensamiento único.
Irene Montero y Ángels Barceló plantearon cuestiones de gran importancia.