Leí en el Diario de Navarra que Serge Latouche, profesor emérito de Economía en la Universidad París-Sud, estuvo en Pamplona y obtuvo un gran éxito de público pregonando cosas como: “La gente feliz no suele consumir” (http://goo.gl/soiOv).
Dislates con apariencia de sentido común
Muchas personas parecen anhelar el retorno a los órdenes primitivos, ese instinto milenario que dificulta la comprensión de que el mercado crea riqueza y que los recursos no están dados. El profesor Latouche, en cambio, cree que no sólo están dados sino que se están acabando, de lo cual deduce otros desatinos llenos de aparente sentido común, como que hay que “repartir el empleo”, etc.
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