Álvaro Carvajal escribió en El Mundo un artículo sobre Pablo Fernández, “el socorrista que pide socorro”. Resulta que “tras ayudar a decenas de desahuciados ahora es él quien no puede pagar su hipoteca”. Declara el señor Fernández: “Puedo derrumbarme o seguir luchando y yo elijo seguir luchando”, porque “todos los españoles, como dice la Constitución, tenemos derecho a una vivienda digna. Y yo creía que también la merecía.”
(Entra aquí para leer el artículo completo en Libertad Digital.)