El abuso del espantajo de la desigualdad se ha hecho carne en el pensamiento único (me he ocupado de algunas de sus falacias aquí: http://goo.gl/ls0WV5). Apuntamos la semana pasada que Oxfam, ejemplo habitual de dicho pensamiento, había proclamado que la desigualdad mata.
Esta disparatada afirmación aparece en un informe titulado Gobernar para la mayoría (http://goo.gl/hm23wW) que clama por más gasto público y más impuestos que “eliminen la desigualdad”, que es una “epidemia”. Para eso los servicios públicos deben ser…¡gratis!
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