El ataque de la izquierda a Isabel Díaz Ayuso no es casual, y en él la cuestión fiscal es probablemente la más importante, porque los así llamados progresistas necesitan colocar un discurso sobre los impuestos que choca frontalmente con el PP en Madrid. Como no pueden negar que la presión fiscal en la autonomía es relativamente inferior a las demás, arremeten con un clásico del socialismo, a saber: si hay alegría, nunca es para el pueblo.