El escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel proclamó: “es el consumismo a gran escala, unido al desarrollo de la tecnología, el que rige nuestra civilización. Al fin, nos hemos rendido por completo a las ciegas exigencias del capital, carente de ética y de moral, en un vano intento de lograr una adormecida felicidad”.
Nada en la realidad avala tan popular diagnóstico. No hay un consumismo excesivo e irracional a gran escala, y mucho menos uno que mande sobre la civilización. La tecnología es prácticamente siempre una fuerza liberadora. El capital tiene la ética y la moral de cada capitalista y, sea como fuere nuestro diagnóstico sobre los capitalistas, lo que es absurdo es pensar que nos hemos rendido ante ellos.
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