Leí esta declaración de la destacada cineasta Icíar Bollaín en El Cultural de El Mundo: “Creo que la clave es que la televisión pública siga financiando un cine cuyo principal valor no sea el rendimiento económico. Yo he llevado en alguna ocasión mis películas a Antena 3 o Telecinco, pero no les convencen, no es su estilo”.
Otra derivada de la cultura subvencionada es que el público la aprecia ni valora porque no paga su precio.