Un viejo refrán español recomienda: “las cuentas claras y el chocolate espeso”, que pondera el valor de la sinceridad, de expresarse directamente, sin medias verdades y sin ocultar nada; también advierte que no conviene mezclar amistad y negocios. Ahora bien, todos estos consejos de la sabiduría popular se esfuman cuando saltamos de la sociedad a la política, como sucede con los Presupuestos Generales del Estado.
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