Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, pretende acometer todas las iniciativas que sean menester para ganar las próximas elecciones. En esa campaña se inscribe la Ley de Memoria Democrática, “un texto profundamente nocivo”, como editorializó nuestro periódico, porque nos distancia de Europa, separa a los españoles, y confiere al poder político la siniestra capacidad de determinar el pasado y distinguir entre buenos y malos españoles merced a “una memoria menguante, retorcida y profusamente amnésica”.