Leí este verano en la prensa de Sevilla la noticia de que el Gobierno de Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, también quiere quedarse con toda la educación infantil. Se trataba del plan oficial de destinar 670 millones de euros para la creación de más de 65.000 plazas de titularidad pública para niños de cero a tres años.