La Ley Rider de 2021 fue un ataque a los derechos de los trabajadores. Mientras el Gobierno y los sindicatos aplaudían la prohibición de los riders de ser trabajadores autónomos, estos últimos insistían, ante los pocos que queríamos escucharlos, en que ellos no querían ser asalariados, porque siendo autónomos eran más libres y ganaban más. Esto fue ratificado por Fernando Cano en The Objective con datos de los que me hice eco en LA RAZÓN –https://bit.ly/415lr8Z.