Kathleen Kennedy Townsend, de la Universidad de Georgetown, señaló en ABC: “Hay mucha gente rica en EE.UU. dispuesta a pagar más impuestos”. Y César Rendueles, de la Universidad Complutense, proclamó en El País: “Los impuestos son el cemento de la democracia liberal, una expresión cuantitativa de la red de solidaridades que articula nuestra sociedad”. Parece que en las universidades a ambos lados del Atlántico se ignora que los impuestos son obligatorios –si no los pagamos, podemos acabar en la cárcel– y que la democracia significa elegir.