Leí en El País: “Cada curso hay estudiantes, como Valeria y Paula, que se sobreponen a situaciones de pobreza, abandono o falta de estructura familiar para alcanzar el éxito de unas notas que desafían la lógica socioeconómica”. No es así: la superación de las condiciones económicas y sociales a base del esfuerzo de los jóvenes y sus familias desafía la pobre lógica progre, nada más.