En su último libro, ¡Viva el socialismo!, Thomas Piketty cuenta que nació en 1971, con lo que “pertenezco a una generación que no tuvo tiempo de dejarse seducir por el comunismo y que se hizo adulta constatando el fracaso absoluto del sovietismo”. Como si fuera una cuestión de tiempo y no de ideas, valores y principios. Ahora bien, que nos quede claro, aquí el problema no es el socialismo sino el capitalismo, es decir, lo que han dicho todos los izquierdistas desde Marx.