Ayer asistimos al primer acto de una obra que se va a prolongar mientras persista la situación negativa en el mercado de trabajo. El título del drama reproduce una vieja frase mía: “el mejor amigo del hombre no es el perro sino el chivo expiatorio”.
Ayer asistimos al primer acto de una obra que se va a prolongar mientras persista la situación negativa en el mercado de trabajo. El título del drama reproduce una vieja frase mía: “el mejor amigo del hombre no es el perro sino el chivo expiatorio”.