Alba, Sam y el sueño de Goya
La endeblez argumental de quienes atacan obras de arte con la excusa medioambiental es análoga a la de los socialistas de todos los partidos.
La endeblez argumental de quienes atacan obras de arte con la excusa medioambiental es análoga a la de los socialistas de todos los partidos.
Los políticos hablan mucho sobre brechas, pero muy poco sobre las que ellos mismos promueven.
Incluso el socialismo populista de Alfonso Guerra hoy suscita una cierta nostalgia. Y Felipe González parece Disraeli.
El intervencionismo que propicia Kamala Harris, como el de Warren Sánchez, castiga a los más vulnerables.
En todas partes cuecen habas intervencionistas y se demoniza a los llamados «fondos buitre». Sin ir más lejos, en Estados Unidos.
El progresismo barcelonés defiende la absurda idea de que los culpables del encarecimiento de las viviendas son los pisos turísticos, y quiere prohibirlos a todos.