Un amable seguidor de mi blog (www.carlosrodriguezbraun.com) me hizo saber que el presentador de un programa de televisión había vuelto a repetir una vieja falacia: lo público sale más barato que lo privado porque permite ahorrarse el beneficio empresarial, aludiendo a una noticia conforme a la cual la gestión pública es más barata que la privada en agua, basuras y limpieza (http://goo.gl/op1hW8). Se trataba, en realidad, de una mala interpretación de un estudio del Tribunal de Cuentas titulado Informe de Fiscalización del Sector Público Local, Ejercicio 2011 (http://goo.gl/6RooPm).
En ese informe, como ha señalado Juan Ramón Rallo (http://goo.gl/p1kWXt) no se incluyen los gastos indirectos en los servicios prestados directamente por los ayuntamientos: sólo los costes directos (personal y poco más). No recogen costes indirectos ni de amortización en el caso del agua (p. 82 del informe); y excluyen las amortizaciones en los casos del alumbrado público (p. 90), la limpieza viaria (p. 97), la recogida de residuos sólidos urbanos sin (p. 103) y los cementerios (p. 111).
Es decir, y dejando de lado la cuestión de la calidad, que puede ser importante, el Informe del Tribunal de Cuentas no permite extraer ninguna conclusión sobre la conveniencia de la gestión pública de los servicios públicos con la gestión privada o concesional, porque se estarían comparando los costes directos de la provisión pública con los costes totales de la privada.
(Artículo publicado en La Razón.)