Tituló «El País»: «Madrid, paraíso de la educación privada». No era un elogio, claro que no, porque «solo un 40% de los alumnos de la capital» acuden al sistema público, y esto al periódico progresista le parece un infierno.
Tituló «El País»: «Madrid, paraíso de la educación privada». No era un elogio, claro que no, porque «solo un 40% de los alumnos de la capital» acuden al sistema público, y esto al periódico progresista le parece un infierno.