Tituló El País de esta manera tan entrañable: “Macron aparca el liberalismo para superar la crisis”. Está claro, ¿no? El liberalismo sólo sería aconsejable cuando todo va bien. Este es un antiguo camelo, porque en realidad el liberalismo vale especialmente para la crisis, cuando la falsa “solución” intervencionista de todos los partidos —más gasto, más impuestos y más deuda— puede empeorar las cosas.
Pero El País, como es habitual, sigue fielmente el guion de la corrección política, y nos habla de que Macron, ese liberal, resulta que ahora “lanza un gigantesco plan de ayudas públicas para reactivar la economía”. No se les ocurre considerar el hecho incuestionable de que esas ayudas no son gratuitas, y, por tanto, que su financiación puede frenar la reactivación.