Los grandes viñetistas, con sus aciertos y sus errores, nos ayudan a entender la libertad. Uno de los grandes es El Roto, que dibujó en El País a una persona a la que le están poniendo una inyección, y el texto era: “Que nos den acciones de los que las fabrican y verán cómo nos ponemos las vacunas”. Como si la gente hubiese podido vacunarse libremente, cuando las vacunas fueron organizadas por el poder. No precisamente bien. Y, por cierto, cualquiera puede comprar acciones de empresas farmacéuticas. Si muchos no lo hacen, es porque la bolsa puede subir o bajar.