La estrategia es tan antigua que tiene nombre en latín. Ante el revolcón recibido en Andalucía, la izquierda ha echado mano de la consigna divide et impera. Así, parece que no tuviera problemas con Moreno Bonilla, vamos, casi como si no les hubiera derrotado al sur de Despeñaperros. Aquí el problema de verdad, la mala, de verdad, es Ayuso.