El pensamiento único es curioso. Hace unos meses supimos que los comunistas europeos promueven la identificación del franquismo con el nazismo. Cabe constatar ante todo que la hostilidad entre izquierdistas y fascistas es en buena medida artificial, porque su pensamiento es bastante parecido, en particular en su rechazo al liberalismo (http://goo.gl/Ugff21). Pero lo asombroso es que, aunque la filiación del franquismo con las diversas variantes del fascismo es patente, en términos de la escala de sus crímenes y de su propensión imperialista a conquistar otros países a quienes de verdad se parecen los nazis no es al franquismo sino, precisamente, al comunismo.
Leí una entrevista de Natalia Junquera a Tobias Winschik, investigador del archivo de la Stasi. Habla de presos políticos, pero no de muertos, torturados o desaparecidos. De hecho parece (lo mismo que en la película La vida de los otros) que lo característico del comunismo es el espionaje o las detenciones ilegales, y no los cien millones de trabajadores que los comunistas mataron a tiros, de hambre o en atroces campos de concentración. En vez de subrayarlo, la señora Junquera pregunta por “los 150.000 desaparecidos del franquismo”, sin que ni entrevistado ni entrevistadora hablen de los desaparecidos del socialismo; de hecho no dicen nada que permita concluir que comunismo y muerte y desaparición de personas estén relacionados. De hecho, no utilizan nunca las palabras “comunismo” ni “socialismo”. Curioso.
(Artículo publicado en La Razón.)