No existe un único culpable del desastre de nuestra política energética. Todos los gobiernos han provocado una electricidad cara (y más que lo será…), un “mix” energético irracional, un absurdo déficit de tarifa y una deuda explosiva. Este último disparate es lo que sucesivas administraciones han contribuido a alimentar dejándole la bomba de tiempo al Gobierno actual, que la ha abordado finalmente porque sospecha que puede explotarle a él.
Los políticos «resuelven» un problema que ellos mismos han creado
Las empresas son también partícipes, pero actúan reactivamente, como corresponde a un falso “mercado” donde todo está regulado por el poder. Digamos, si el poder asegura que habrá precios artificialmente elevados para los oferentes de energías renovables, habrá muchas empresas dispuestas a suministrarlas. Por eso digo que no hay un único Gobierno culpable: el culpable es el intervencionismo. Jamás un mercado libre digno de ese nombre habría dado como resultado este oneroso lío. Una vez que los políticos crean el problema, intentan resolverlo.
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