Podrá haber caído el Muro de Berlín, podrá haber colapsado el comunismo, pero algunas de las más vetustas ficciones del marxismo prosiguen su rumbo, tan campantes. Es el caso del mito del Estado pobrecillo.
Podrá haber caído el Muro de Berlín, podrá haber colapsado el comunismo, pero algunas de las más vetustas ficciones del marxismo prosiguen su rumbo, tan campantes. Es el caso del mito del Estado pobrecillo.