Para que el Estado crezca y se convierta en el ogro filantrópico, la feliz expresión de Octavio Paz, tiene que poder vernos. No puede ayudarnos ni perseguirnos con eficacia si estamos fuera del alcance de sus ojos.
Para que el Estado crezca y se convierta en el ogro filantrópico, la feliz expresión de Octavio Paz, tiene que poder vernos. No puede ayudarnos ni perseguirnos con eficacia si estamos fuera del alcance de sus ojos.