Señas fundamentales de identidad del fascismo son el antiliberalismo y la defensa de lo público. Comprendo que esto moleste a los progresistas que creen ser antifascistas, pero lo creen porque no han prestado atención a Hitler ni a Mussolini.
De hecho, no han prestado atención ni a Franco, que también era un antiliberal, partidario de intervenir en el mercado laboral y de regular los precios de los alquileres, igual que los progres de Podemos. Para más Inri, populistas, comunistas y socialistas quieren regular los precios por las mismas razones que esgrimían los franquistas.