Una clave de la fiscalidad, como sabemos al menos desde que Amilcare Puviani habló de la illusione finanziaria a comienzos del siglo XX, es la tinta del calamar. El poder, en efecto, necesita desactivar la resistencia popular ante sus usurpaciones, engañando a sus súbditos, haciéndoles creer que pagan menos impuestos y se benefician más del gasto público de lo que sucede en realidad.
Dos muestras recientes del calamar corrieron a cargo de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.