Warren Sánchez, el hombre que tiene todas las respuestas, brilló como nunca en su entrevista con la agencia EFE: fue osado en su mendacidad en general, y especialmente en economía.
Está dispuesto a hacer cualquier cosa para permanecer en la Moncloa. Su fuerza consiste en que los partidos que le apoyan saben que para sus propios objetivos disgregadores y totalitarios les conviene la permanencia de Warren. Como todos lo saben, el objetivo es llegar a un paripé que permita su perdurabilidad monclovita sin que ni él ni sus secuaces paguen costes políticos demasiado apreciables.
Es clave colocar al adversario en el radicalismo: “crispación”, “discurso del odio”. Seriamente, Warren sostiene que “el único partido que es leal con la Constitución, ya sea en el Gobierno o en la oposición, es el Partido Socialista Obrero Español”.
Otro truco estupendo es cuando acusa a Ciudadanos de que “siempre ha mirado al PP”. Lógicamente, los entrevistadores le recuerdan que en 2015 pactó con el PSOE, y Warren responde raudo: “Claro, pero es que ese Ciudadanos nada tiene que ver con este Ciudadanos. Este Ciudadanos pacta con VOX”. Y ese es el tono general de sus camelos: el PP y Cs están contaminados por el extremismo pero él, que pacta con Podemos y llega al poder con el apoyo de independentistas y de Bildu, él es moderado, de centro y, agárrese usted, ¡liberal! El que va a crujir a las trabajadoras con más impuestos se declara representante del liberalismo: realmente, no hay simulación hacia la que no se precipite.
Hablando de liberalismo y de farsas, vamos a los Presupuestos. Todo es estupendo en estas cuentas, todo es “dignidad laboral” (eso es guiño antiliberal a los sindicatos), cohesión, empleo, etc. Y de pronto va y dice: “Nosotros no queremos que la clase media y trabajadora pague más impuestos, pero sí creemos que es importante en nuestro país abrir un debate que trasciende nuestras fronteras, que entra de lleno también en la UE, que es la de la fiscalidad progresiva. ¿Es progresivo, es justo desde el punto de vista fiscal que haya grandes corporaciones en nuestro país que paguen menos impuestos que las pequeñas o medianas empresas? A juicio del Gobierno, no”.
Es la mayor falsedad presupuestaria, que gira en torno a la mentira más importante de la izquierda en cualquiera de sus variantes, a saber, que no tenemos que preocuparnos, porque solo van a violar los derechos de una minoría de ricos. Es puro cuento, no solo porque no es verdad que las empresas grandes paguen poco, sino porque aquí, por obra y gracia de Warren Sánchez y sus secuaces, aquí vamos a pagar más todos, empezando por usted, señora.
Warren va a dañar a las trabajadoras, y para colmo les dirá que es por su bien, porque él sabe cómo avanzar: “El futuro nunca se ha conquistado dando pasos hacia atrás”. Y la avanzadilla para conquistar su cartera y sus derechos, señora, no ha hecho más que empezar.