De pronto, la izquierda se ha vuelto amnistiadora. Dirá usted: es que sobre todo aman el poder e ignoran a España. Cierto, pero además los progres se han olvidado de las mujeres. Y eso que están todo el rato insistiendo en que no hay nadie más feminista que el PSOE, porque los socialistas –“no, bonita” proclamó Carmen Calvo en exabrupto inolvidable– son feministas en exclusiva. Salvo cuando se trata de la mujer trabajadora.