Hace hoy medio siglo, el 15 de agosto de 1971, Richard Nixon desvinculó el dólar del oro, liquidando el sistema establecido en Bretton-Woods en 1944, que fue el último vestigio del patrón oro.
El economista Samuel Gregg recordó en Law & Liberty una frase de Herbert Hoover de 1933: “tenemos oro porque no podemos fiarnos de los gobiernos”. Era verdad. La historia del patrón oro está vinculada a la idea liberal del poder limitado. No por casualidad, entre los reformadores monetarios que defendieron la necesidad de una moneda estable estuvo John Locke.