Mi último artículo en La Razón, con el título: La buena austeridad
El gran peligro que corren los contribuyentes de nuestro país es que Mariano Rajoy se entusiasme con la estúpida vanidad del poder, y se olvide de quién genera empleo y riqueza, y de sus sensatas palabras sobre la buena austeridad. En efecto, su discurso se centró en la necesidad de que no se ajusten el cinturón los ciudadanos sino las Administraciones Públicas.
En cambio, los socialistas de todos los partidos (empezando por el suyo) se apresurarán a interpolar las infinitas propuestas que siempre cabe formular si uno no tiene respeto por el dinero ajeno.