España termina el año 2024 con un extraño balance: la economía va bien, y la política va mal.
Los resultados económicos han sido la gran satisfacción del Gobierno de Pedro Sánchez, que una y otra vez insiste en ellos, como prueba irrefutable de su buena gestión. Los datos parecen positivos, sea que hablemos de la moderación de la inflación y del déficit público, o de la creación de empleo, o de un crecimiento del PIB que en 2024 rondará el 3 %, multiplicando casi por cuatro la media de la Unión Europea. España, aunque ha sido golpeada este año por la tragedia de la DANA, ha dejado atrás la crisis de la pandemia.
Un análisis cuidadoso, sin embargo, permite matizar el optimismo. De entrada, estamos mejor que los demás europeos porque ellos están bastante mal, empezando por Alemania y Francia. En cuanto al crecimiento, está influido por un excelente año turístico, como sabemos en Andalucía, y por la explosión del gasto público y la deuda pública, que son caldos de cultivo para problemas de sostenibilidad en el futuro. La contención del déficit se debe a un aumento de la presión fiscal, y de ahí la aparente paradoja de que el PIB aumente, pero la sensación del ciudadano medio, entre los impuestos y la inflación (que es otro impuesto), es que su nivel de vida se estanca o disminuye.
En el plano político, la situación es sombría, entre los casos de corrupción que afectan al Gobierno y al PSOE, y la presión creciente que ejercen sus socios independentistas y de ultraizquierda, y que amenazan con dejar a Sánchez en una situación cada vez más precaria.
No obstante, y de forma análoga a lo que sucede en la economía, el panorama político es menos catastrófico de lo que parece. En primer lugar, la división y el enfrentamiento entre dichos socios ha llevado a la parálisis de varias iniciativas perjudiciales para los ciudadanos, como algunas subidas de impuestos. Y, en segundo lugar, el descrédito del Gobierno puede facilitar su recambio en las próximas elecciones generales.
Sea ello como fuere, aprovecho para desearle una feliz Navidad y un próspero 2025.