El mundo moderno ha extendido la idea de que los derechos y las libertades son concesiones del poder: son algo que se nos da. De ahí lo chocante que resulta leer a Edmund Burke, que recuerda la Petición de Derechos de 1628 del Parlamento inglés a Carlos I, que advirtió al Rey: “vuestros súbditos han heredado esta libertad”.