La mejor defensa es un buen ataque. Tras la caída del Muro de Berlín, los socialistas de todos los partidos, con mucha lógica, han procurado eludir el análisis del anticapitalismo y centrar toda su atención en el gravísimo mal que se cierne sobre el planeta, a saber, el capitalismo. Por prudencia, no fuera a ser que alguien preguntara qué pasó con el socialismo real, dejaron de llamarle capitalismo, y pasaron a denominarlo globalización o neoliberalismo.