En vísperas del Día de la Mujer, dedico este rincón a Mary Wortley Montagu, que nació en 1689 y murió en 1762. Es famosa por haber importado a Inglaterra la inoculación como vacuna contra la viruela, que había conocido en Constantinopla, y que perfeccionaría décadas más tarde Edward Jenner. Pero Lady Mary destacó como poeta y autora, en especial por su correspondencia publicada sobre el viaje hacia la Sublime Puerta y su estancia allí durante 1717 y 1718. Estas cartas, que he podido leer gracias a mi amigo, Cástor Cañedo, y que suscitaron el aplauso de figuras como Voltaire, constituyen una notable descripción de los lugares que atravesó –Holanda, Alemania, Austria, Hungría, Rumania, Serbia, Bulgaria– y en especial Adrianópolis, donde pasó varios meses hasta instalarse en la sede del Imperio Otomano.