En mayo y junio de 1933, los nazis organizaron quemas públicas de libros. Erich Maria Remarque, el autor del clásico pacifista Sin novedad en el frente (1929), tuvo el honor de que sus obras fueran destinadas a la hoguera por los nacionalsocialistas. Años más tarde, en 1956, publicó El obelisco negro. Este texto, que he leído por recomendación del profesor Carlos Newland, decano de mi alma mater, la Facultad de Economía de la Universidad Católica Argentina, es una extraordinaria novela sobre la inflación.