La más antigua de las mentiras marxistas es que el paraíso socialista solo requiere convertir la vida de una minoría en un infierno. Nunca ha sido así, y tampoco lo sería con la Tasa para la Reconstrucción que propone Podemos. La idea es sustituir el Impuesto de Patrimonio, porque está transferido, y las autonomías lo pueden bajar.
No va a descargarse sobre un puñado de multimillonarios. El propio Thomas Piketty admite que el progresismo trata de atacar a los “patrimonios modestos y medios” (cf. https://bit.ly/2XlAGcN). En España, donde tres cuartas partes de los ciudadanos somos propietarios de nuestras viviendas, las posibilidades de crujirnos no son desdeñables.