Comentamos el lunes pasado que no son los bandazos sino la continuidad lo que caracteriza el pensamiento económico de la Iglesia Católica, de modo tal que es precipitado caracterizar a Francisco como un socialista de la Teología de la Liberación, tanto como hacer lo propio con San Juan Pablo II, retratándolo como un católico liberal del Instituto Acton. Los matices son importantes en ambos casos –analicé los de Wojtila en “Tensión económica en la Centesimus Annus” (https://www.carlosrodriguezbraun.com/otras-publicaciones/).