Dijo Stalin el 19 de julio de 1945: “Los soviéticos consideramos que el actual régimen de Franco fue impuesto por Alemania e Italia y que entraña un grave peligro para las naciones unidas amantes de la libertad. Opinamos que será bueno crear las condiciones necesarias para que el pueblo español pueda establecer el régimen que elija”. Ese criminal genocida, verdadero peligro para la libertad, la democracia y la paz, dirigió esas palabras en Potsdam a los otros vencedores de la Segunda Guerra Mundial: Churchill y Truman.