La igualdad, una antigua noción liberal, fue desfigurada por los socialistas de derechas e izquierdas, que la han transformado de igualdad ante la ley en igualdad mediante la ley. Hay incluso ministerios de Igualdad, que expresan gráficamente dicha perversión: el objetivo es hacernos iguales a la fuerza.
Igualdad y libertad
Eso pasa por la vulneración de la propiedad de nuestros bienes, y se extiende también a la libertad de contratar. La llamada igualdad entre hombres y mujeres, así, desemboca en que el poder obliga a las empresarias a nombrar mujeres en el consejo de administración de sus propias empresas.