La relación entre el mundo de los negocios y el de la política es tan intensa como confusa. Dedicaré esta nueva serie agosteña a señalar los errores más frecuentes que padece el análisis de esta cuestión.
El primero de ellos es tan generalizado que no cabe menos que asombrarse ante su persistencia. En efecto, a derechas y sobre todo a izquierdas se repite sin cesar que la política retrocede, mientras que las empresas avanzan.