A comienzos de año, apuntábamos en estas páginas que el turismo se había puesto en marcha en 2021 y que se esperaba una recuperación consolidada en 2022. Estas expectativas se reflejaron en la feria Fitur, marcada por previsiones optimistas, que los meses siguientes se encargaron de ratificar: los datos de ocupación y demanda han sido los mejores desde 2019. Pero ninguna actividad permanece al margen de los factores que determinan la situación general de la economía, y esto es aún más cierto en el caso del turismo.
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